Tenemos un nuevo amigo en el Barrio... Dexter

Regreso de mis vacaciones y tengo que presentaros algo que he descubierto en estos días…

No sé muy bien, dada la inspiración inicial de este blog, que era, entre otras cosas, servir de punto de encuentro de cuestiones de carácter intelectual, si lo que voy a presentaros es realmente cultura, y mucho menos arte. A veces tengo mis dudas sobre si el cine, en cuanto industria, lo es, así que una serie de televisión queda todavía más lejos.

No he sido yo gran seguidor de series de televisión. Alguna de carácter histórico, alguna de misterio… Últimamente me gustó mucho “Desaparecida” de TVE, pero bueno, no son más que entretenimientos. Pero la serie que me interesa comentaros hoy me ha impresionado mucho por la originalidad de su temática y por lo impactante de la historia. Realmente se ha convertido en algo más que en un entretenimiento, pues con un guión excelente lleva a reflexiones que van un poco más allá.

Se trata de “Dexter”, serie de la Fox americana dirigida por Michael Cuesta, y que está basada en la novela “El Oscuro Pasajero” (“Darkly Dreaming Dexter” en el original) de Jeff Lindsay. Además de la novela original se han publicado dos secuelas del personaje: “Querido Dexter” (“Dearly Devoted Dexter” en el original) y “Dexter in the Dark”, pero la serie se basa sólo en la primera y en algunos puntos de la segunda (toda esta alusión a las novelas está copiado tal cual de Wikipedia).

Muy de lejos, con todas las reticencias intelectuales que hay que hacerle a estos comentarios, casi se podría decir que Dexter es una derivación moderna, más gore y con, quizás, menos categoría, del "Tom Ripley" de Patricia Higsmith, aunque sospecho que las novelas de ésta no tienen comparación posible con las de Lindsay.

La sinopsis es muy sencilla: el padre adoptivo, además policía, de un niño descubre como éste, posiblemente por algo que sucedió en su pasado y que no es capaz de recordar, se está desarrollando como un psicópata asesino. Antes de llevarlo a mil psiquiatras o poner el grito en el cielo, Harry Morgan, pues así se llama el padre de nuestro protagonista, decide “encauzar” a su hijo Dexter imponiéndole unas normas de comportamiento que suplen lo que normalmente entenderíamos por principios morales o éticos, dado que su hijo, como buen psicópata, carece de los mismos. Así, nos encontramos con un psicópata asesino “reeducado”, que sigue sus impulsos pero sólo para hacer el bien, muy “sui generis” desde luego. Sólo asesina a otros asesinos, especialmente a asesinos en serie o psicópatas, que por la razón que sea, normalmente argucias legales, quedan en libertad sin que sus crímenes sean castigados. Las normas impuestas por Harry a su hijo Dexter se van desgranando capítulo a capítulo. En primer lugar, sólo asesinar a asesinos, como antes he dicho, o, como dice Dexter en algún capítulo, “sacar la basura”. Pero hay más: estar absolutamente seguro de la culpabilidad de la víctima, para no cometer errores. Luego, una serie de normas que son más profilaxis que otra cosa: limpieza y no dejar rastro.

Por medio de la voz en off de Dexter, en todo momento tenemos cumplida información acerca de la realidad de lo que vemos, no sea que algunas de las reacciones de actos del protagonista, tan amables, convincentes y convencionales, puedan llegar a confundirnos y hacernos creer que es un buen tipo.

Dexter tiene el trabajo perfecto para desarrollar su psicopatía sin límites: es forense de la policía de Miami, especializado en sangre. Así, puede acceder a toda la información que quiera y, como forense, eliminar rastro, pistas, huellas, de sus propios crímenes o desviar la atención. Además, con una mente asesina y fría como la suya, es capaz de resolver cualquier caso, pues cuenta con la particularidad de pensar como los asesinos, por pura conciencia gremial.

A partir de ahí, se nos dibuja una trama. Dexter necesita tener una vida convencional, y opta por ser justo lo contrario de lo que es: amable, divertido, decente, honesto, conciliador… Necesita una novia, pero no le interesa mucho el sexo, es más, no le interesa nada, así que busca una chica que ha sido violada y ultrajada tantas veces que no puede siquiera oír hablar de mantener relaciones sexuales, con lo cual es perfecta para él. Además, policías en el límite de la corrupción, una teniente ambiciosa y algo torpe que se siente muy atraída por nuestro protagonista, otros forenses con personalidades muy curiosas, e incluso la hermana de Dexter, agente de policía, que adora a su hermano. Dexter, en el primer capítulo, afirma que “si pudiera querer a alguien sería a ella” y trata de ayudarla en su carrera todo lo que puede.

A lo largo de la primera temporada, Dexter encuentra a su némesis, otro asesino en serie, terrible y brillante, con el que se establece una especie de juego. Por un lado, Dexter se asombra y emociona con cada acto de su oponente, pero al mismo tiempo consigue ir cerrando el cerco a su alrededor. Al final la necesidad de capturar al asesino se mezcla con cierta desazón pues, al conseguirlo, la ilusión de estar ante el asesino perfecto desaparecerá. El último capítulo de la primera temporada es simplemente para cortar la respiración.

En fin, que merece mucho la pena, y que creo que deberíais de verla. En España la emite el Canal Cuatro en abierto y Fox TV en modalidad de pago.

Los actores: el protagonista es Michael C. Hall, que aunque parece mucho más joven sólo tiene un año menos que yo (odio que pasen esas cosas), al que conocíamos de la serie “A dos metros bajo tierra” en la que encarnaba al funerario gay.
Si en esa serie su registro era muy contenido, en esta demuestra su gran calidad como actor. No entiendo cómo aún hay directores de cine (en España recientemente escuché a uno) que dudan del talento de los actores de televisión. Este papel no es sencillo, y necesita de matices muy marcados. Michael C. Hall los consigue, y el anodino muchacho gay, ni guapo ni feo, de “A dos metros bajo tierra”, es aquí un despiadado asesino atractivo y de una gran expresividad.
Jenifer Carpenter es Debra Morgan, la hermana de Dexter, y novia o esposa de Michael C. Hall en la “vida real” (odio esa expresión, me parece de un cursi que mata), una vulnerable e insegura veinteañera a la sombra de su hermano, que mantiene una pose de dureza inexistente.
Lauren Vélez es la Teniente LaGuerta, la conocíamos de otras series y de alguna película, ambiciosa oficial que odia a Debra y está muy enamorada de Dexter, es bastante torpe en algunas de sus decisiones policiales.
Julie Benz es Ritta, la novia de Dexter, que aparecía en la serie “Ángel” haciendo de mala malísima, y que aquí cambia el registro por el de una dulce una neurótica que cree que ha descubierto al mejor y más honrado hombre del mundo.

David Zayas es el forense, amigo de Dexter, Angel Batista, un personaje muy divertido, el opuesto a Dexter en cuanto a cómo se toma su trabajo.

James Remar es Harry Morgan, el padre de los hermanos Morgan, que aparece sólo en flashbacks pues se supone que ha muerto (frase genial de Dexter: “Mis padres han muerto. Yo no lo mate. En seeeriooooo”).

Por último Erik King es el Sargento Doakes,
que odia a Dexter porque su instinto policial le dice que no es trigo limpio. Hay otros personajes, pero estos son los principales.

En fin, que le echéis un vistazo, porque merece la pena. La información aparecida en esta entrada en mía, pues tampoco es tan difícil de elaborar, pero las imágenes las tomé de , o sea, la página de Fox TV que dedica a esta serie, y que si queréis debéis pasaros porque está muy bien. Supongo que Cuatro también tiene cosas majas sobre la serie, pero no la he mirado. ¡Ah! como ya dije, los datos sobre el director, los actores y las novelas en las que se basa las tomé de wikipedia. Ahora os dejo unos vídeos tomados de youtube para amenizar más la cosa: