Muchos de los aficionados a la ópera creen que el éxito internacional de Montserrat Caballé fue fruto de una casualidad, cuando fue llamada a toda prisa para sustituir a Marilyn Horne en el Carnegie Hall de Nueva York. Pero lo cierto es que, si bien esa sustitución la convirtió en estrella al más puro estilo americano, Montserrat se había ganado una sólida reputación en centroeuropa, y ya tenía cerrados importantísimos contratos en el circuito internacional: Festival de Glyndebourne y una "Traviata" en Dallas. De otro modo no habría sido llamada para cantar en Nueva York sustituyendo a una de las divas más grandes de la historia de la ópera.
Ya como estrella, encaró esos contratos, y por suerte tenemos grabación de ellos. Aquí está "La Traviata" de 1965 en Dallas, para que la disfrute el que quiera. Es curioso, también, constatar como Caballé hace una serie de guiños, en ese debut, a la gran dominadora del rol por entonces, que era Maria Callas. Excesos melodramáticos en unos cuantos momentos que no son nada normales en la catalana (atención al "Amami Alfredo!" y lo entenderás) y en un tempo inusual. No pasó un año y esos aspavientos cesaron: Caballé asumió el papel tal y como ella quería y sabía: más cerca de la partitura, más puro musicalmente, más hermoso en lo vocal. Aún así, es un pedazo de documento y vais a disfrutarlo mucho.
Gracias a "Onegin", el fantasma desaparecido (¿por qué?) por publicarlo en youtube.
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