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sábado, 14 de noviembre de 2009

L'italiana in Algeri, de Rossini, en el Teatro Real

Acabo de llegar de ver en el Teatro Real esta inspirada ópera cómica de Rossini, que conocía por grabaciones pero que nunca había visto escenificada. Reconozco que iba cansado y con pocas ganas, pero que pronto me entusiasmé por el espectáculo: ha sido una delicia. No es el sumun de la ópera ni de la música, pero la farsa es divertida, la música muy agradable y de buen nivel, no obstante es Rossini, y el montaje muy bonito. A ello me referiré en primer lugar. Se trata de una coproducción del Real con el Maggio Musicale Fiorentino, el Grand Théâtre de Burdeos y la Houston Grand Opera, y la dirección escénica corre a cargo de Joan Font, de Els Comediants, con Joan Guillén como escenógrafo y figurinista. Como es propio de estos autores, la escena se llena de gente, hay juegos y trucos por todos lados, y una gran agilidad, en medio de un variado colorido. Los trajes, francamente encantadores, con los enormes turbantes de los turcos pululando por doquier, y los efectos de grandes marionetas, espejos, veladuras, y enormes armazones en escena regaban una trama enloquecida y muy ritmica. Estupenda la labor de los bailarines y figurantes, especialmente de los eunucos, cuyo amaneramiento hacía las delicias del espectador. No era una escenografía deconstruída, ni milimanista, ni tampoco histórica, sino bastante fresca y funcional, pues pese a todo lo que podía llegar a ocurrir nunca resulta aparatosa. Servía muy bien al texto, y la idea de que los personajes bailaran con la música, o marcaran el ritmo mientras cantaban, me pareció que añadía encanto a toda la representación. Personajes de ópera conscientes de que están cantando. Por cierto, Ikea ha debido de pagar parte del atrezzo.En cuanto a los cantantes, la cosa funcionó, pero con irregularidades, aunque finalmente la noche fue bastante redonda. Quiero empezar por Maxim Mironov, que hizo de Lindoro, atractivo, por su físico y por su canto, tenor cuya voz aún tiene la falta de cuerpo propia de la juventud, pero que sabe cantar este personaje. Casi un tenorino, mantiene un buen nivel de volumen, la coloratura no le causa problemas aunque no es aún de una agilidad pasmosa, y tiene talento expresivo. Hay que seguir su carrera, porque, insisto, es joven y está aún en desarrollo, pero tiene un enorme potencial. Imagino que por esos foros de dios lo estarán poniendo verde, pero desde el punto de vista técnico poco tengo que achacarle, y la afinación fue correctísima en todo momento. Se entregó a todas las pantomimas con credibilidad, y supo estar divertido y melancólico cuando tocaba. Francamente, la revelación de la noche.Davinia Rodríguez, grancanaria ella, como Elvira, simplemente cumplió. No es un papel de grandes lucimientos, pero cuando tuvo que subir al agudo más alto del pentagrama en esta obra, resultó algo sosa y estridente. Aún le queda, creo, mucho por trabajar. De Angélica Mansilla, Zulma, decir que tiene una voz más agradable, pero el papel tampoco le daba para mucho.Borja Quizá, Haly, me resultó muy interesante por su capacidad expresiva y su nivel de matización. También me resultó sorprendente su agilidad... Todo esto referido, eso sí, a su faceta actoral, que sin ser de echar cohetes estaba trabajado. Como cantante... La broma de siempre, quizá alguna vez lo sea. Los recitativos no le daban para mucho, aunque al menos se le escuchaba, en las partes de conjunto sólo hubo una vez que, bien colocado sobre el foso, pude sentir que movía la boca y además emitía algún sonido, porque escuchar se le escucha poco. En su ligera e intrascendente aria simplemente cumplió, pero dejó ver sus carencias: canto poco elegante, problemas con el tempo, apresuramiento, versos mal acabados, y una notable carencia de volumen. El público le dio una tibia respuesta con aplausos ahogados. La voz es muy pequeña, yo no creo, tras escucharlo por tercera vez, que sea barítono, sino un tenor corto. Corto no sólo por su estatura. Corto e incluso cortito. No es un músico, ni lo va a ser, y francamente no sé por qué recala tanto en el Real, aunque sea para hacer papeles intrascendentes. Un comprimario de mayor categoría habría sacado más jugo de este personaje. El cantante gallego me supuso una vez un quebradero de cabeza, porque viéndolo en La Boheme en A Coruña se me ocurrió comentar que no me habia gustado y que apenas se le oía y dos fans de la tierra a punto estuvieron de asesinarme allí mismo, con grandes risas por parte del amigo, por llamarlo de alguna manera, que me dejó ser bocazas a sabiendas de lo que pasaría. No creo que pueda calificarlo siquiera de correcto. El público estaba de acuerdo, pues cuando salió a saludar la intensidad de los aplausos bajó perceptiblemente, y no se escuchó ni un bravo pequeñito.
Carlos Chausson estuvo inmenso como Taddeo. La voz es formidable, y en Rossini está en su elemento, se nota su especialización. Perfecta emisión, técnica prodigiosa,y una entrega al personaje sin ninguna grieta. Es un placer escuchar un cantante con tal nivel de perfección, y fue uno de los grandes triunfadores de la noche. No cabe decir lo mismo de Michele Pertusi, el Mustafá de la ocasión, que si bien escénicamente funciona de una manera pasmosa, es un gran actor y sabía lo que debía hacer con un personaje tan estridente, vocalmente le pongo muchos peros. Al comienzo, las coloraturas le podían, aunque a medida que calentó la voz la cosa fue mejorando, pero no posee un volumen espectacular ni una voz especialmente bella. Es un cantante de oficio.La más braveada de la noche fue la ahora muy reconocida Vesselina Kasarova, Isabella, protagonista de todo el embrollo. No es mala mezzo, pero no me convence cómo acaba las coloraturas, que a veces parecen aspiradas, y otras veces una especie de máquina taladradora que emite sonidos secos y sin continuidad. Su legato es discutible, y en algunas ocasiones, especialmente en los graves, yo diría que estaba engolando. Francamente me decepcionó, aunque supo meterse al público en el bolsillo, y en su aria final llegó a momentos espléndidos. Irregular, en líneas generales.Quiero añadir, pero no voy a dar nombres porque no se puede probar y no me gusta caer en el libelo, que estoy casi seguro de que al menos una de las voces femeninas estaba amplificada. Como en una ocasión anterior, en un determinado momento se la escuchaba doble, como si se estuviera repitiendo el sonido una décima de segundo más tarde. O eso, o tiene la emisión más extraña que yo he escuchado en mi vida. Y tengo mis dudas sobre si alguno de los masculinos, pero para dejarlo claro, no era Borja Quizá (porque si amplificado no se le oía es ya para matarlo).
Pero, pese a esas cositas que apunto, la velada fue incuestionablemente un éxito y todos salimos bastante felices de lo que habíamos visto, una noche encantadora. Ni que decir tiene que ver a los bailarines y miembros del coro descamisados y con el pecho al aire fue un aliciente. Quizá también lo fuera para algunos de los cantantes de la representación. El coro masculino no estuvo mal, para lo que a veces sucede en el Real, y su implicación escénica fue notable. La orquesta... Lo de siempre, cuando la dirige ese maestro en formación que es López Cobos, que movía la batuta muy irregularmente, se nota su falta de experiencia... Tuvo algún buen momento, no lo niego, no llegó a los niveles de desastre de los Strauss del día anterior, pero en general orquesta y director estuvieron poco finos: como siempre, los vientos a veces se lanzan a tronar como si quedara alguna Brunilda en escena inmolándose. Alguien debería hacer algo con la sección de viento - metal de la orquesta, quizás echarles cubos de agua para bajarles el ímpetu. No sé, tal vez el director pudiera hacer algo al respecto, porque con otros maestros en el podio no suele ocurrir lo mismo. Creo que a partir de ahora cuando toque hablar de López Cobos y la orquesta del Real, lo resolveré con un simple en su línea o como siempre. Estoy un poco cansado del tema. López Cobos es un desastre como director musical del Real, y repito, como dije ayer, que ensombrece un pasado glorioso.

8 comentarios:

Miguel dijo...

Hola Uge, ayer encontré tu blog por casualidad buscando críticas al concierto de la Fleming y lo primero de todos es felicitarte porque me ha parecido interesante. Ayer no comenté tus opiniones sobre ella porque eran tan absolutamente diferentes que no sabía por donde empezar (resumo: el concierto me pareció un horror indigno de una cantante como ella). También estuve anoche en el Real y mis opiniones se parecen más aunque con algunos peros. Mironov canta muy bien Rossini pero el timbre no es muy grato, ya le vi este papel hace 4 años y la voz no ha evolucionado nada. Pertusi está en horas bajas pero como experto en este repertorio se las sabe todas para salir airoso. La Kasarova en una gran mezzo pero canta lo que le da la gana menos Rossini. Debe creer que está en el barroco. No tiene gracia ni chispa y en efecto sus graves son falsos. De los secundarios no hay más que decir. He dejado para el final a Chausson porque fue lo mejor de la noche con diferencia y su aria del Kaimakan perfecta en todos los sentidos. Difiero completamente sobre el montaje que me pareció de lo más básico aunque agradable y colorido. No molesta pero no aporta nada. Lo de los bailecitos al son de la música y los juegos con los brazos se lleva haciendo toda la vida y hay mejores formas de hacer Rossini. La obra en una maravilla de perfección que bien interpretada funciona como el champange, pero López Cobos no le sacó más que 3 ó 4 burbujas, una sosería. Lo de la amplificación no es la primera vez que lo oigo y lo cierto es que desde la primera fila del patio de butacas hubo un momento que me pareció ver un micro en el turbante de Davinia, no se si iban por ahí los tiros. Un saludo y te recomiendo http://www.youtube.com/watch?v=DAdWEn0vfFA&feature=related

Eugenio dijo...

Muchas gracias por dedicarle tanto tiempo a este blog! Bueno, aunque diferimos en algunas cosas, espero encontrar más comentarios como este. Lo de Renée Fleming seguro que tiene arreglo.

Eugenio dijo...

Una cosa, en cuanto a lo de "aportar" o "no aportar" de los montajes, es algo que me deja bastante frío. Supongo que es algo que se usa como eufemismo de "no me gusta", no sé qué debe aportar un montaje más allá de ayudar a la acción y empastar un espectáculo.

Hugo dijo...

¡Dios, cuánta ironía puede caber en dos líneas, debo perfeccionar mi estilo de escritura ya! (aún me estoy partiendo, quizá por alguna frase del final!)

Eboli dijo...

Parece que ya puedo escribirrrrrrr!!!!!!

Pues me alegro mucho de que disfrutaras con esta obra tan estupenda. Servidora ha decidido que no paga un duro por escuchar a la Tubojcape, perdón, la Kassarova. Puede estar orgullosa de ser la cantante que más entuba del mercado, de desafinar casi tanto como la Bayo y de enjabonar las coloraturas casi más que la Cedolins. Pero como se ha decretado que es buena, pues hala, todos a aplaudir a rabiar.

No sé dónde está el criterio de esta gente que se precia de llevar toda la vida escuchando ópera en el Real.

Miguel dijo...

La verdad es que muchas veces sería más sencillo decir "me gusta" o " no me gusta" y no buscarle más pies al gato pero en este caso yo me refería a que no siendo los decorados bellos ( ikea es una buena comparación)no "aportan" estética y al no haber gags brillantes la dirección de actores no "aporta" gracia a la representación. Espero que tuvieses ocasión de ver La pietra que montó Pizzi hace algunas temporadas, ese montaje si "aportaba" mucho a Rossini, unos decorados muy cuidados y una dirección llena de simpatía hicieron que una historia decimonónica e inverosimil a más no poder se siguiera con gusto y credibilidad

Unknown dijo...

Gracias por la crónica casi coincidente con la que hubiera hecho yo, muy generoso estás con la Kasarova, yo diría Golarova, la apoteosis del canto engolado.

Muy bien resuelta teatralmente por los actores, Chausson genial y el ruso guapo pero soso.

Enfín Uge, felicidades por el blog, lo paso a favoritos.

Eugenio dijo...

Muchas gracias de nuevo a Miguel, aunque no acabo de estar de acuerdo con él, pero eso es intrascendente; y a Arturo por su comentario!